Literatura de Vanguardia

Vanguardismo:

 Término de carácter militar aplicado en Francia a un movimiento literario que da origen a sucesivos ismos (Dadaísmo, Cubismo, Surrealismo, Futurismo, Expresionismo, etc.) interrelacionados con las artes plásticas, la música, el cine, etc. Su denominador común es el carácter combativo y de ruptura con la tradición estética anterior (Realismo naturalista, Simbolismo, etc.) y el espíritu pionero en la búsqueda de nuevas formas de expresión artística y literaria: así como el deseo de liberación (y de rebeldía iconoclasta: Futurismo, Dadaísmo, Surrealismo) de las trabas morales, políticas y religiosas que impiden la emancipación y desarrollo integral del hombre. Dicho movimiento se desarrolla a partir de 1910 (Futurismo) y tiene su mayor auge en la década de los años veinte, aunque algunas de sus manifestaciones continúan en la década de los treinta y aún después de la Segunda Guerra Mundial. En cuanto al ámbito geográfico, se trata de una corriente internacionalista, que si en algunos casos se circunscribe a un espacio más reducido, en otros se extiende a una amplia comunidad lingüística (el Ultraísmo se produce en España y en otros países de habla hispana como Argentina, Uruguay, Chile, México, etc.), y en otros se desarrolla en países culturalmente tan dispares como Italia y Rusia. Finalmente, en el caso del Surrealismo, se trata de un fenómeno que se implanta en múltiples países de España y América.
                                                                     
Un rasgo común a los vanguardismos es la citada interrelación de artes plásticas, música, cine y creación literaria. Un ejemplo de esta interacción lo ofrece el Surrealismo, cuya producción abarca la lírica y la narrativa, la pintura, el cine, etc. Otro ejemplo significativo lo ofrece el Cubismo: los pintores Picasso, Braque, J. Gris, Metzinger conviven con poetas como Apollinaire, Cocteau, Salmon, Max Jacob y Reverdy, lo que explica el influjo de éstos sobre la estética cubista y las analogías entre ciertos poemas y ciertos cuadros de la mencionada estética. En cuanto a los géneros literarios, aunque la poesía es la más intensamente cultivada y donde se advierte una renovación más llamativa, sin embargo, como se ha indicado a propósito del Surrealismo, también hay una notable creación teatral y narrativa.

En el Vanguardismo aparecen los siguientes rasgos comunes:

a)     Búsqueda de un arte autónomo y cerrado en sí mismo por el que se crea un mundo de ficción poblado de ultraobjetos (Ulltraísmo y Creacionismo).

b)     Eliminación de la anécdota y la narración, de lo didáctico, confesional y sentimental.

c)      Ruptura de las relaciones de causalidad y del concepto tradicional de espacio y tiempo, con lo que surgen en estos poemas mundos fantásticos y caóticos con imágenes fragmentarias, sorprendentes, contradictorias y absurdas.

d)     El instrumento creador de estos mundos autónomos es la fantasía a través de la palabra, a la que se concede un valor mágico y demiúrgico que transforma los objetos en ideas y esencias (poesía pura) y que evoca contenidos misteriosos a través de la sugestión fónica del lenguaje poético.

e)     Culto a la imagen creada y a la metáfora insólita.

f)        Desdén por el arte del pasado.

g)     Actitud lúdica, agudeza y humor, concepción de un arte intrascendente.

h)      Admiración por la técnica, el progreso y los descubrimientos científicos (Futurismo), cosmopolitismo y fraternidad universal.

i)        En cuanto a los géneros cultivados, la poesía lírica es predominante; también se crea una prosa vanguardista en narrativa.


Por lo que respecta al Vanguardismo español e hispanoamericano, los movimientos europeos que mayor incidencia han podido tener en él son el Surrealismo (cuya creación en España ha sido de una gran calidad y originalidad), el Expresionismo y, en menor mecida, el Futurismo y el Dadaísmo. Una característica de la literatura española en este período de los años veinte es, precisamente, su apertura al mundo exterior a través de la vanguardia europea. Se ha apuntado que por primera vez desde el siglo XVIII España participa con voz propia en las corrientes intelectuales europeas a partir del Ultraísmo, <<movimiento en el que se juntaron el Dadaísmo, Futurismo y Cubismo literario o Creacionismo>>.

 
César Vallejo



 César Abraham Vallejo Mendoza (Santiago de Chuco, Perú, 16 de marzo de 1892 - París, 15 de abril de 1938), poeta y escritor peruano considerado entre los más grandes innovadores de la poesía del siglo XX. Fue, en opinión del crítico Thomas Merton, "el más grande poeta universal después de Dante", palabras que no añaden nada al enorme legado del poeta del "dolor humano", quien revolucionó la forma y el fondo de sentir y escribir poéticamente. En Trujillo se asoció con la llamada “bohemia trujillana”, círculo de intelectuales que más tarde sería conocido como el Grupo Norte. Este núcleo estuvo conformado por Antenor Orrego, José Eulogio Garrido, Alcides Spelucín, Víctor Raúl Haya de la Torre, Juan Espejo Asturrizaga, entre otros. En la capital Vallejo se vinculó con escritores e intelectuales como Abraham Valdelomar y su grupo Colónida, José Carlos Mariátegui, Luis Alberto Sánchez, Manuel González Prada, José María Eguren y Juan Parra del Riego. Fue en Lima donde publicó sus dos primeros poemarios: Los heraldos negros (1918), que reúne poesías que si bien en el aspecto formal son todavía de filiación modernista, constituyen a la vez el comienzo de la búsqueda de una diferenciación expresiva; y Trilce (1922), obra que significa ya la creación de un lenguaje poético muy personal, coincidiendo con la irrupción del vanguardismo a nivel mundial. En 1923 dio a la prensa su primera obra narrativa: Escalas melografiadas, colección de estampas y relatos, algunos ya vanguardistas. Ese mismo año partió hacia Europa, para no volver más a su patria. Hasta su muerte residió mayormente en París, con algunas breves estancias en Madrid y en otras ciudades europeas en las que estuvo de paso. Vivió del periodismo complementado con trabajos de traducción y docencia. En esta última etapa de su vida no publicó libros de poesía, aunque escribió una serie de poemas que serían publicados póstumamente. Publicó en cambio, libros en prosa: la novela proletaria o indigenista El tungsteno (Madrid, 1931) y el libro de crónicas Rusia en 1931 (Madrid, 1931). Por entonces escribió también su más famoso cuento, "Paco Yunque", que fue publicado años después de su muerte. Sus poemas póstumos fueron agrupados en dos poemarios: Poemas humanos y España, aparta de mí este cáliz, publicados en 1939 gracias al empeño de su viuda, Georgette Vallejo. La poesía reunida en estos últimos poemarios es de corte social, con esporádicos temas de posición ideológica y profundamente humana. Para muchos críticos, los “poemas humanos” constituyen lo mejor de su producción poética, que lo han hecho merecedor del calificativo de “poeta universal”.


Federico García Lorca   

Nació en el municipio de Fuente Vaqueros, Granada (España), en el seno de una familia de posición económica desahogada, el 5 de junio de 1898, y fue bautizado con el nombre de Federico del Sagrado Corazón de Jesús García Lorca; su padre fue Federico García Rodríguez, un hacendado, y su madre, Vicenta Lorca es la segunda mujer de su padre, maestra de escuela que fomentó el gusto literario de su hijo.
Desde los 2 años, según uno de sus biógrafos, Edwin Honig, Federico García Lorca mostró su habilidad para aprender canciones populares, y a muy tierna edad escenificaba en miniatura oficios religiosos. Su salud fue frágil y no empezó a caminar hasta los cuatro años. Leyó en su casa la obra de Víctor Hugo y de Miguel de Cervantes. Como estudiante fue algo irregular. De niño lo pusieron bajo la tutela del maestro Rodríguez Espinosa, en Almería, ciudad en la que residió con su familia entre 1906 y 1909. Inició el bachillerato de vuelta a su provincia natal y abandonó la Facultad de Derecho de Granada para instalarse en la Residencia de Estudiantes de Madrid (1918–1928); pasado un tiempo, regresó a la Universidad de Granada, donde se licenció en Derecho, aunque nunca ejerció la abogacía, puesto que su vocación era la literatura.

La ubicación meridional de Granada, donde se encontraba viva la herencia mora, el folclore, el oriente y una geografía agreste, quedó impresa en toda su obra poética, donde los romanceros y la épica se funden de manera perceptible. Después de su madre, fue Fernando de los Ríos quien estimuló el talento del entonces pianista en favor de la poesía; así, en 1917 escribió su primer artículo sobre José Zorrilla, en su aniversario.
La España de García Lorca era la de la Edad de Plata, heredera de la Generación del 98, con una rica vida intelectual donde los nombres de Francisco Giner de los Ríos, Benito Pérez Galdós, Miguel de Unamuno y, poco después, Salvador de Madariaga y José Ortega y Gasset imprimían el sello distintivo de una crítica contra la realidad de España.
Influyeron, además, en la sensibilidad del poeta en formación Lope de Vega, Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Manuel Machado, Ramón del Valle-Inclán, Azorín y el Cancionero popular. Las últimas investigaciones, como la de Manuel Titos Martínez, determinan que fue fusilado la madrugada del 18 de agosto de 1936, seguramente por cuestiones territoriales, ya que algunos caciques, muy conservadores, tenían rencor al padre de Lorca porque era un cacique progresista.

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