Poesia Modernista

Modernismo (literatura en español)

En la literatura en lengua española, el término modernismo denomina a un movimiento literario que se desarrolló entre los años 1880-1910, fundamentalmente en el ámbito de la poesía, que se caracterizó por una ambigua rebeldía creativa, un refinamiento narcisista y aristocrático, el culturalismo cosmopolita y una profunda renovación estética del lenguaje y la métrica.
Se conoce por modernismo a la forma hispánica de la crisis universal de las letras y del espíritu y que se manifiesta en el arte, la ciencia, la religión y la política. En ciertos aspectos su eco se percibe en movimientos y en corrientes posteriores. En las raíces del Modernismo hay un profundo desacuerdo con la civilización burguesa.

Características del modernismo

El Modernismo es objeto de distintas interpretaciones, con estas dos posturas fundamentales:
  • La más restrictiva lo considera un movimiento literario bien definido que se desarrolló entre 1887 y 1915.
  • La más amplia considera que el modernismo no es sólo un movimiento literario sino toda una época y la actitud que le sirvió de base.
Conciliando ambas, cabría definir el modernismo literario como un movimiento de ruptura con la estética vigente que se inicia en torno a 1880 y cuyo desarrollo fundamental alcanza hasta la Primera Guerra Mundial. Tal ruptura se enlaza con la amplia crisis espiritual de fin de siglo.
El modernismo hispánico es una síntesis del Parnasianismo y del Simbolismo: del primero toma la concepción de la poesía como bloque marmóreo, con el anhelo de perfección formal, los temas exóticos, y los valores sensoriales; del segundo la concepción de que el arte debe sugerir, y la búsqueda de efectos rítmicos dentro de una variada musicalidad. Las principales características del modernismo son:
  • El rechazo de la realidad cotidiana, ante la cual el escritor puede huir en el tiempo (evocando épocas pasadas y mejores) o en el espacio (muchos de los poemas se desarrollan en lugares exóticos y lejanos).
  • Una actitud aristocratizante y cierto preciosismo en el estilo, así como la búsqueda de la perfección formal (de inspiración parnasiana) que se aprecia no sin cierto individualismo.
  • La búsqueda de la belleza se consigue a través de imágenes muy plásticas y acercamiento a las artes, de una adjetivación con predominio del color y con imágenes relacionadas a todos los sentidos, así como con la musicalidad que produce el abuso de la aliteración, los ritmos marcados y la utilización de la sinestesia (influencias del simbolismo).
  • Tanto la fidelidad a las grandes estrofas clásicas como las variaciones sobre los moldes métricos, utilizando versos medievales como el alejandrino, el dodecasílabo y el eneasílabo; con aportes de nuevas variantes al soneto.
  • El uso de la mitología y el sensualismo.
  • Una renovación léxica con el uso de helenismos, cultismos y galicismos, que no buscaba tanto la precisión como el prestigio o la rareza del vocablo.
  • El deseo innovador que aspiraba a la perfección que apreciaban en la literatura europea.
  • La adaptación de la métrica castellana a la latina.
  • El culto a la perfección formal, con poesía serena y equilibrada.

Temas del modernismo

La temática modernista revela, por una parte, un anhelo de recreación de armonía frente a un mundo inarmónico, y así un ansia de plenitud y perfección; y, por otra parte, una búsqueda de raíces en la crisis que produjo un sentimiento de desarraigo en el escritor, quien se presenta como guía capaz de mostrarle al hombre común los valores verdaderos. Los temas tratados son muy variados, pero estos son algunos de los más recurrentes:
  • La desazón típica del romanticismo: el hastío de la vida y una profunda tristeza, junto a la melancolía y la angustia.
  • Búsqueda de la soledad y rechazo de una sociedad.
  • El escapismo, evasión de la realidad del tiempo y del espacio.
  • El amor y el erotismo, con cierta idealización del amor y de la mujer. El tema del amor imposible se presenta con diferencias respecto al ideal romántico. Hay un contraste entre el profundo y delicado amor y un intenso erotismo.
  • El cosmopolitismo muestra el anhelo de distinto y aristocrático. Los modernistas demostraban mucha devoción por París.
  • Los temas americanos, en especial los temas indígenas, muchas veces con una defensa del indígena.
  • Lo hispano como antecedente histórico valioso que otorga una armonía frente al mundo inarmónico.

Raíces del modernismo

Tradicionalmente se ha asociado su comienzo a la publicación, en 1888, de Azul..., de Rubén Darío, a causa de la innegable repercusión del libro en la literatura de Hispanoamérica.
El término modernismo designaba cierta corriente heterodoxa de renovación religiosa, y se aplicó en el campo de las artes a tendencias surgidas en los últimos veinte años del siglo XIX. Sus rasgos más comunes eran un marcado anticonformismo y un esfuerzo de renovación. En su origen el apodo de ``modernistas`` era utilizado con un matiz despectivo. Hacia 1890, Rubén Darío y otros asumen tal designación con insolente orgullo; a partir de entonces el término modernismo fue perdiendo valor peyorativo.
En ciertos aspectos su eco se percibe en movimientos y en corrientes posteriores.

Principales autores modernistas

El Modernismo cuenta con un elevado número de escritores en América. Algunos han tenido verdadera repercusión internacional y otros han quedado reducidos al ámbito nacional. Un aspecto común fueron los viajes que hicieron, bien por trabajo (muchos fueron diplomáticos), bien por ampliar sus conocimientos y conocer a otros escritores. Darío es, sin lugar a dudas, el más influyente, pero también hay otros que entablaron relaciones con escritores españoles.
Algunos autores que participaron de una estética semejante y publicaron en la primera mitad de la década de 1880, como José Martí, Julián del Casal, Manuel Gutiérrez Nájera, Salvador Díaz Mirón, Enrique Gómez Carrillo, Manuel González Prada, José Asunción Silva y Salvador Rueda fueron considerados precursores del modernismo. La crítica actual los considera autores plenamente modernistas.

Poesía moderna

El término poesía moderna, en sentido estricto, se aplica a la corriente poética que nace con autores como Charles Baudelaire o Walt Whitman, se encarna en el simbolismo francés y su variante hispánica (modernismo) y culmina en las llamadas vanguardias históricas (futurismo, ultraísmo, etc.) En un sentido más extenso, que es el que usa Octavio Paz en sus ensayos, el término puede abarcar desde el pre-romanticismo germánico. Sin embargo, uno sólo puede definir al moderno desde la perspectiva de la innovación y la ruptura que empieza en Baudelaire y Whitman, por una razón historiográfica.

Es importante decir que el término modernismo es usado en varios países para referirse a estilos y periodos muy distintos.

Los primeros poetas modernos defendieron la poesía innovadora, rompiendo con el clásico o cambiándolo y persiguieron la belleza en el original a comparación de lo que pasaba antes del final del siglo XIX, cuando la poesía era más rebuscada y tenía reglas fijas. Por esto, Octavio Paz también dice que hay una tradición de ruptura en la cual el moderno se introduce, y con esta tradición podremos definir la poesía moderna, incluyendo en ella la poesía neo modernista que viene después de los comienzos del siglo XX hasta hoy, bien como algunos precursores del moderno, las vanguardias y los modernismos de varios países.




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